lunes, 8 de febrero de 2010


Lo nuestro duró, lo que duran dos peces de hielo en un wisky on the rocks. En vez de fingir o estrellarme una copa de celos, le dió por REÍR. De pronto me vi, como una perra de nadie, ladrando a las puertas del cielo. Me dejó un neceser con agravios, la miel en los labios y escarcha en el pelo.
Tenían razón mis amantes, en eso de que antes la mala era YO; con una excepción: ÉSTA VEZ YO QUERÍA QUERERLO Y EL NO. Asique se fue, me dejó el corazón en los huesos; y yo de rodillas desde el taxi y, haciendo un exceso me tiró dos besos, uno por mejilla.
Y regresé a la maldición de un cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquinas, y, por esas ventas de fino Laína, pagando las cuentas de gente sin alma que pierde la calma con la cocaína, volviendome loca, derrochando la bolsa y la vida, la fuí, poco a poco, dando por perdida.. Y eso que yo, para no agobiar con flores a Marino, para no asediarlo con mi antología de sábanas frías y alcobas vacías, para no comprarl con bisutería, ni ser la fantoche que va en romería, con la cofradía del Santo Reproche, tanto lo quería, que tardé en aprender a olvidarlo, diecinueve noches y quinientos días.
Dijo: hola y adiós, y el portazo sonó como un signo de interrogación, sospecho que así se vengaba a través del olvido, Cupido de mí. No pido perdón, ¿para qué? si me va a perdonar, porque ya no le importa; siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga, y la vermuda muy corta.
Me abandonó como se abandonan los zapatos viejos, destrozó el cristal de mis gafas de lejos, sacó del espejo su vivo retrato, y fui tan torera por los callejones del jugo y del vino, que ayer el portero me echó del casino de Torrendlones. Que pena tan grande, negaría el Santo Sacramento, en el mismo momento que el me lo mande..

Yo que te lo he dado
todo y no supiste valorar.
Y ahora de mi te olvidaras y esa mujer ocupara MI lugar.Te trate como un rey,

Hay amor si te di todo para que te sintieras feliz.
Pero yo sigo mi vida buscando otra salida a este gran sufrimiento, que llevo aqui en mi pecho.
Y tu viviras tu vida sin nadie quien te lo impida.
Hay Dios, como yo puedo olvidar esto que me esta pasando? que no puedo controlar.

Dedique todo de mi para hacerte feliz y mira como me pagas.
Yo no vuelvo a confiar en un mujeriego asi. Para que maltrate a mi corazon;
Yo no quiero ser una infeliz.