La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes. Los amores cobardes no llegan a amores, ni a historias, se quedan allí. Ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar
y en cada conversación, cada beso, cada abrazo se impone siempre un pedazo de razón... pasan los años y como cambia lo que yo siento lo que ayer era amor se va volviendo otro sentimiento