martes, 4 de mayo de 2010

El hombre es un animal de costumbre dicen.. Nos gusta la costumbre. Cualquier cosa que nos saque de eso nos desconcierta. Todo es cuestión de costumbre. Nos acostumbramos incluso a lo que nos hace mal. Mejor malo conocido que bueno por conocer, no?
Pero luego, a lo que no estamos acostumbrados, nos desconcierta, nos inquieta. Para que vamos a cambiar si así estamos bien? Como haces de un día para el otro, para vivir sin eso que era la razón de tu vida?
Nos da pánico la idea de despertar y sentir que todo cambió, que nada es como era. Cuando te acostumbras a un amor, a una piel, a un olorcito, a una sonrisa. Perder todo eso es como quedarte sin aire.

Cuando.

Cuando fue la ultima vez que viste las estrellas con los ojos cerrados y te aferraste como un náufrago a la orilla de la espalda de alguien. Cuando fue la ultima vez que se te fue el amor por no dejarlo libre. Cuándo fue la última vez que te besaron tanto que dijiste mi nombre. Cuándo te ganó el orgullo y escogiste el llanto por no perdonarme. Cuándo fue la última vez que un simple dejà vu me llevó hasta tus brazos. Cuándo, cuándo fue la ultima vez que te quisieron tanto. Cuándo, cuándo te ganó el orgullo y escogiste el llanto. Cuándo, cuándo volverás a ser lo que no fuiste nunca. Cuándo fue la última vez que te sentiste sola y llegaste a odiarme. Cuándo llegó a convencerte el maldito despecho que un clavo saca otro. Cuándo te olvidaste que el caso no es entenderse sino que aceptarse. Si se sanó tú herida borra también la cicatríz y si un día nos vemos haz el favor de contestar.
Una vez que se esconda la luz y el motor deje ya de rugir, todo aquello que dijimos tendrá sentido. Y el que ría en la barra de un bar y el que muera en el fondo del mar se encontrarán caminando por el mismo camino. Mientras tanto volvemos a hablar y la noche ahí está, y yo se que mañana nos puede tocar estar junto o escapar por el mundo, es mejor esperarte. Una vez que el incendio se fue y el reloj de la muerte paró, podemos ver este río un poco más cristalino. El silencio no tarda en llegar y tu rostro comienza a cambiar, años atras no creíamos en este destino. Pero ahora volvemos a hablar y la noche ahí está, y yo se que mañana nos puede tocar estar junto o escapar por el mundo, es mejor esperarte. Si la realidad está mintiendo y todo esto no es verdad, yo sé que igual seguiré viviendo, siempre esperando.