jueves, 15 de abril de 2010

Es tiempo de soltar amarras
y dejar que el viento te lleve
dejarse ir...

Es
tiempo de quitar
todo lo que te entristece
y pintarte la cara de alegría
vivir...

Es tiempo de encontrar
un nuevo camino
una nueva dirección
soñar...

Es tiempo de levantar
lo que estaba caído
rescatar lo perdido
volar...

Es tiempo de revivir
lo que estaba muerto
volver a sentir
amar...

Es tiempo de cambiar
los sentimientos encontrados
caminar sin temores

ser libre...
Es tiempo, es hoy
es ahora..
Quien no arriesga no gana. Te dicen eso y te rompen el mundo en dos. Porque sabes que tienen razón, pero no sabes cómo afrontarlo. Y es que es verdad, quien no juega a la lotería, nunca se hará millonario gracias a ella, quien no se presenta a un exámen jamás lo aprobará, quien no entiende una mirada, jamás comprenderá una explicación.
Pasan las horas, los días, las semanas. Creces y te vas dando cuenta de que la vida no es el juego que imaginabas. Que la vida no es
tan fácil y tan bonita como la esperabas, que la mitad de las cosas que tienes que hacer ni siquiera te gustan. Pero llega ese pequeño momento que lo compensa todo, y entonces tu vida vuelve a ser tan bonita como lo era antes. O eso piensas.
Pero esos pequeños momentos no duran toda la vida, nadie te ha prometido una eternidad de pequeños momentos, y mucho menos alguien pasajero en tu vida, como lo han sido tantas personas que pensaste que no perderías nunca.
Te paras a pensar, das un repaso a tu vida. ¿De verdad ésto es lo que querías? ¿es suficiente lo que tienes para ser feliz el resto de tu vida? Obviamente no. Es más, creo que nunca se es del todo feliz, siempre nos falta algo, pero se puede vivir muy agusto en determinadas circunstancias. Nos encontramos ahora ante el problema de encontrar las circunstancias adecuadas. Creo que es el mayor quebradero de cabeza, que muchos no saben ni lo que quieren. Y otros, aún teniendo lo que les haría felices, no saben apreciarlo y, simplemente, lo dejan escapar.
A veces nos cegamos tanto en nuestros problemas que ni siquiera nos damos cuenta de que estamos rodeados de gente intentando resolver lo mismo que nosotros. A lo mejor solo hace falta pedir un poquito de ayuda a los demás y dejar el orgullo aparcado en el garaje.
Y todo ésto ¿a cuenta de qué? a cuenta de nada. O quizás sí. A cuenta de lo que alguien me dijo esta tarde,
el que no arriesga no gana, pero el miedo al fracaso puede más que cualquier otra cosa, puede más incluso que las ganas de resolver todo ésto de una vez y ser feliz (o infeliz) para el resto de mi vida.

Puedo irme, sabes voy a irme, lo se, me despido, ya ves.. no hay razón de estar asi, no me llores prométeme que en mi ausencia estarás bien, prométeme que estarás bien y al mirar al cielo azul ,me recordarás. Puedo irme, sabes voy a irme, lo se, me despido, ya ves..no hay razón de estar asi no me llores, prometeme  que en mi ausencia estarás bien..prometeme  que estarás bien y al mirar al cielo azul ,me recordarás una y otra vez... ME RECORDARAS.
Como olvidar lo que he vivido, como dejar mi mente en blanco y comenzar a escribir una historia nueva. Como borrar de mi mente todo lo que visto, todo lo que he sentidocerrar este libro y olvidar. Como dejar de revivir, tanta cosas compartidas, como quito de mis labios el sabor de tus besos, como borro de mi cuerpo las huellas de tus manos. Como ola que renueva la arena que arrasa llevandose todo rastro asi quiero olvidar... Comenzar una nueva historia donde no haya ni principio, ni final...

Hace demasiados meses que mis payasadas no provocan tus ganas de reír.. No es que ya no me intereses; pero el tiempo de los besos y el sudor, es la hora de dormir.. Duele verte removiendo la cajita de cenizas que el placer, tras de sí dejó. Mal y tade estoy cumpliendo, la palabra que te dí cuando juré escribirte una canción.
Un dios triste y envidioso nos castigó, por trepar juntos al árbol y atracarnos con la flor de la pasión, por probar aquel sabor..
El agua apaga el fuego, y al ardor los años.
Amor se llama el juego en el que un par de ciegos, juegan a hacerse daño. Y cada vez peor, y cada vez más rotos. Y cada vez más tú, y cada vez más yo, sin rastros de nosotros..
Ni inocentes, ni culpables. Corazones que destroza el temporal, carnes de cañón. No soy yo, ni tú, no es nadie, son los dedos miseables que le dan cuerda a mi reloj..
Y no hay lágrimas que valgan para volver a meternos en el coche, donde aquella noche en pleno carnaval te empecé a desnudar..