martes, 13 de abril de 2010

Qué manía esa que tenemos las mujeres de creer que en algún lugar del mundo existe el dichoso príncipe azul, no?
Sé que hoy en día no pareciera que las cosas son del todo así; en realidad, a donde sea que uno mira, la tendencia que se nota (tanto en hombres como mujeres) es al conformismo. Por si no se entendió, hablo de CONFORMARSE; es decir, agarremos lo que podamos mientras haya tiempo o tengamos la posibilidad.
Pero más alla de esto que se ve fácilmente a simple vista, pienso que no todo es lo que parece. Creo que de alguna forma todos... si TODOS, sin distinción de sexo, esperamos encontrar nuestra alma gemela; en el caso de las mujeres: nuestro PRÍNCIPE AZUL. Lo que sucede es que uno cuando habla de esto piensa en el SER IDEAL, en una especie de estereotipo, y ese es el error; nuestro hombre o mujer ideal, no lo es; cada uno de nosotros somos diferentes a los demás, por lo que obviamente lo que sería perfecto para uno... no tiene por qué serlo para otro.
Así que dar con el condenado principito tal vez no sea una cuestión de suerte, sino de pretenciones. Entonces la pregunta pasa a ser ¿qué se supone que busco?. Podría rematar diciendo: envidio a quienes tienen su respuesta; pero no, yo también tengo una... ¿cuál es mi problema?... la segunda pregunta: ¿existe lo que busco?
Allí radica un poco mi desilusión de estos días, pensar que quizás pretendo demasiado para estos tiempos. Qué debería hacer?... conformarme también?. No quiero, quisiera poder mantener la esperanza de que en algún lugar de la tierra está ese ser ideal PARA MI... con quien sienta que hay una conexión más alla de todo... que pueda superar la barrera de defectos manías y locuras, y llegar a mi, a lo que soy en realidad... que vea luz donde el resto ve tiniebla... que llegue al ángel detrás del demonio... que esté tan loco para el mundo actual, como para buscar lo mismo que yo...