miércoles, 4 de mayo de 2011

Hay veces que la vida exige un cambio. Una transición. Como las estaciones. Nuestra primavera fue maravillosa, pero el verano se ha terminado... y nos perdimos el otoño. Y ahora, de repente, hace frío, tanto frío que todo se está congelando. Nuestro amor se ha dormido y la nieve lo tomó por sorpresa. Y si te duermes en la nieve no sientes venir a la muerte. 






Cuídate..